De un tiempo a esta parte estamos observando como están proliferando los actos de saqueo a las arcas públicas. Por supuesto, normalmente destacamos los que nos tocan de cerca, es decir, los que ocurren en las entidades locales, pero esta práctica está extendida al ámbito autonómico y estatal.
En estos momentos están en el candelero diversas estafas con el dinero público como protagonista. En los últimos días se le sigue sacando punta al asunto de los ERE´s irregulares en Andalucía con la dimisión de un miembro de la candidatura del PP en Córdoba por ocho supuestas prejubilaciones falsas y nueve irregularidades. Aunque generalizando tiendes a equivocarte con más facilidad, tanto PP como PSOE, este último en mayor medida por ser el partido gobernante, tienen una mancha importante en sus ropajes que tardarán muchísimos años en limpiar del todo. La clase política, definitivamente, ha perdido toda la credibilidad de la ciudadanía y actos como los referidos anteriormente no hacen más que refrendar esta repugnancia hacia ellos. También sería conveniente recordar el caso Gurtel, el saqueo de Marbella, etcétera, pero mejor parar porque si nos ponemos a tirar de memoria no acabaríamos jamás.
Pero no solo los políticos roban presuntamente, sino que últimamente también estamos inmersos en el juicio por el caso Karlos por una presunta estafa a la Seguridad Social. Es una vergüenza ver como hay individuos que consiguen que lo cataloguen como totalmente inválidos y luego los ves que hacen vida normal, sin ningún impedimento y cobrando una pensión considerable, mientras que hay personas que realmente están mal de salud y les cuesta la misma vida que le reconozcan el grado de invalidez que les corresponde.
En mi humilde opinión, no solo castigaría con prisión a los "chorizos sin clase" que pululan por nuestro país sino que les impondría como condición sine qua non la obligación de devolver hasta el último céntimo de lo sustraído para salir de prisión, pero como estos "listos" lo tendrán escondido que lo devuelvan trabajando para el Estado hasta saldar la deuda.
En estos momentos están en el candelero diversas estafas con el dinero público como protagonista. En los últimos días se le sigue sacando punta al asunto de los ERE´s irregulares en Andalucía con la dimisión de un miembro de la candidatura del PP en Córdoba por ocho supuestas prejubilaciones falsas y nueve irregularidades. Aunque generalizando tiendes a equivocarte con más facilidad, tanto PP como PSOE, este último en mayor medida por ser el partido gobernante, tienen una mancha importante en sus ropajes que tardarán muchísimos años en limpiar del todo. La clase política, definitivamente, ha perdido toda la credibilidad de la ciudadanía y actos como los referidos anteriormente no hacen más que refrendar esta repugnancia hacia ellos. También sería conveniente recordar el caso Gurtel, el saqueo de Marbella, etcétera, pero mejor parar porque si nos ponemos a tirar de memoria no acabaríamos jamás.
Pero no solo los políticos roban presuntamente, sino que últimamente también estamos inmersos en el juicio por el caso Karlos por una presunta estafa a la Seguridad Social. Es una vergüenza ver como hay individuos que consiguen que lo cataloguen como totalmente inválidos y luego los ves que hacen vida normal, sin ningún impedimento y cobrando una pensión considerable, mientras que hay personas que realmente están mal de salud y les cuesta la misma vida que le reconozcan el grado de invalidez que les corresponde.
En mi humilde opinión, no solo castigaría con prisión a los "chorizos sin clase" que pululan por nuestro país sino que les impondría como condición sine qua non la obligación de devolver hasta el último céntimo de lo sustraído para salir de prisión, pero como estos "listos" lo tendrán escondido que lo devuelvan trabajando para el Estado hasta saldar la deuda.
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