Jelé de la Flontela (por David)

Días atrás hemos podido leer en el Diario de Jerez que los chinos quieren posar ahora sus redes sobre el mítico Gallo Azul, en una operación que todavía se mueve en esa delgada línea roja entre la rumorología y la realidad. Aunque, como en todo comentario de barra de bar que se hace más y más fuerte, algo de verdad hay. Hace más de un año también se rumoreó con que el gigante asiático iba a adquirir La Vega y finalmente el chisme pasó a ser realidad. También es probable que próximamente leamos la noticia de que el conocido Bar Raúl también engrosará la nómina empresarial china, en una operación que se especula que supere los 500.000 euros.

Es impresionante el desembarco de estos emprendedores en nuestra ciudad. Me gustaría destacar algunos ejemplos, aunque seguro me dejaré muchos en el tintero: la antigua estación de autobuses de la calle Medina, la tienda de Misofá en Cuatro Caminos, el Mesón Don Paco (convertido en un wok), por no hablar de la Avenida de Europa, que apuesto que pronto le cambiarán el nombre por la Avenida de China. Aquí tenemos bazares y tiendas de ropa en las antiguas naves de Muebles Palomino, Arance, Aldi y Alfonso Catering, en este último sitio se ubica “El Corte Chino” (encima están aprendiendo hasta el ingenio y la guasa andaluza).

A este paso, lo mismo les da por hacerse con el Tío Pepe, el estadio Chapín o piden precio por el Alcázar. Particularmente, yo les vendería el endeudado circuito o incluso el Xerez Deportivo, con su empeño asiático lo encumbran a primera división en dos temporadas a lo sumo. Desde luego, a la vista de lo buenos que son negociando e invirtiendo y la de horas que echan trabajando, lo mejor que le vendría a la ciudad sería que hiciesen una oferta formal por nuestro Ayuntamiento. Lo mismo se ponen a currar a destajo y en un santiamén sanean las maltrechas arcas municipales, cumplen puntualmente con las obligaciones de pago a la plantilla y acaban con la crispación. Que tome buena nota la alcaldesa porque a lo mejor nos sale más barato a los jerezanos que la señora Pelayo pase una temporadita en Pekín aprendiendo técnicas de gestión.