Aunque en el circuito los amantes de la velocidad tienen una cita ineludible cada vez que se aproxima el Gran Premio de España, en muchas ocasiones no hace falta desplazarse hasta el trazado jerezano para ver alguna que otra carrera en plena calle. Un clásico en este GP callejero lo constituyen los repartidores de pizzas, a los que las prisas por llegar a su destino les incita a saltarse semáforos, stops, cedas el paso y demás señales de tráfico, lo que incluye también circular por calles donde existen discos de prohibido el paso.
Otra conducta alarmante en Jerez es la de no usar los intermitentes. ¿Para qué están entonces esas lucecitas naranjas? ¿Acaso cree la gente que forma parte del diseño del vehículo? Pues no, es muy necesaria su utilización. Sobre todo, en las numerosas rotondas de nuestra ciudad, en las que se te puede colar un coche por fuera que vaya a rodearla por completo sin molestarse de poner su intermitente correspondiente para indicártelo. Y luego los hay que se molestan cuando les pitas, como si la culpa fuera tuya y le estuvieras insultando … Pues el claxon también está para usarlo.
Por último, no quiero dejar de mencionar al típico impaciente que parece que va a embestirte por detrás, sin respetar la más mínima distancia de seguridad. Estos individuos llevarán una prisa injustificada e intentan de este modo poner nervioso al conductor que va delante con una actitud violenta. Cuando alguna vez me ha ocurrido esto he deseado tener un coche viejo y meter un frenazo en seco para comprobar como estampan su cabeza contra el volante.
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